Venir a la capital del país significa muchas cosas: encontrarme con las amigas, las lecturas, las hermanas, los parques arbolados pintados de jacarandas... ¡y la comida!. Tenía años, no sé cuántos, de no haber vuelto a probar estas exóticas delicias que llamamos "granadas chinas". Una señora las vendía en la esquina de Revolución y Calle 2, a diez pesos el manojito... Volver a percibir el aroma, y sentir desparramarse su jugoso y perfumado sabor dulce en mi boca, es inenarrable...
Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.
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