Supongo que debería estar rodeada de una especie de pompas de jabón en forma de corazones, y escuchar campanitas o arpas. En cambio escucho el graznido de una gaviota y el motor quejumbroso del autobús de ruta que pasa frente a mi casa. Sí, en el día del amor y la amistad, con todas esas frases llenas de buenos y sinceros deseos, la vida realiza su desfile exactamente como cualquier otro día.
Llovió, hizo frío, el pavimento está mojado y de seguro las calles encharcadas, a lo mejor muchos niños no fueron a la escuela por eso como se acostumbra por aquí.
Pero la vida, insisto, pasa vestida y arreglada como cada otro día, llena de luces y de sombras, de sueños y de esperas, de dolores y penas.
Aquí en mi casa, pasa frente a la ventana en forma de perro feliz mojándose en la lluvia, de señora que va para el trabajo, de niños correteando y de pequeñas hierbas haciendo su pequeño trabajo de clorofila y olor. Adentro se aposenta en mi taza de café, en el sonido de estas teclas, en el olor del incienso y por encima de todo, en este corazón que tanto crece y crece sin que jamás llegue a su borde, tan lleno como lo siento de tantos y tantos afectos que la vida me ha obsequiado.
Felíz San Valentín, amemos siempre al prójimo, abracemos con amor a la vida.
Llovió, hizo frío, el pavimento está mojado y de seguro las calles encharcadas, a lo mejor muchos niños no fueron a la escuela por eso como se acostumbra por aquí.
Pero la vida, insisto, pasa vestida y arreglada como cada otro día, llena de luces y de sombras, de sueños y de esperas, de dolores y penas.
Les dejo la imagen del humor ácido del genial Geroca |
Felíz San Valentín, amemos siempre al prójimo, abracemos con amor a la vida.
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