Encontré en una de mis andanzas por la ciudad de México una librería de Porrúa nueva, justamente en el Bosque de Chapultepec. Ahora que hallé la foto comparto con ustedes esa sensación de plenitud y gozo leyendo por horas frente al lago y en medio del bosque, viendo y escuchando pájaros y metida en un edificio de madera y libros, degustando un aromático, infaltable café.
Había libros sobre todo tema, y los espacios dispuestos para la lectura, con luz natural, espaciosos y cómodos. La cafetería con excelentes precios, pues un panini de jamón serrano con queso manchego no rebasaba los cuarenta pesos...¡y con esa vista!
En el lago, las familias disfrutaban el paseo en todo tipo de lanchas, incluso con forma de cisnes, y en el aire, miles de motitas ingrávidas, regalo de los árboles... ¡Ah, la memoria!
Había libros sobre todo tema, y los espacios dispuestos para la lectura, con luz natural, espaciosos y cómodos. La cafetería con excelentes precios, pues un panini de jamón serrano con queso manchego no rebasaba los cuarenta pesos...¡y con esa vista!
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