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Mostrando entradas de agosto, 2011

Se me acaban rápido los días

Este mes, no sé si a fuerza de festejos o de acontecimientos, se me desapareció con una velocidad que como dijo el profe Merino, "me da miedo". No puedo evitar recordar los días aquellos en los que esperaba impacientemente que transcurrieran los meses y los años para por fin cumplir quince. ¡Qué lento escurría el tiempo! Ahora el pulso de la vida es distinto para mí, para el mundo. Y no sé si puedo cambiar la velocidad o ya metida en esa inercia me tengo que poner a vivir también de prisa. Lo que no quiero es que la velocidad me arrebate los detalles, porque es de lo que vivo. Tendré que aprehender, supongo...

Cuando no puede decirse todo o ¿Cuándo no puede decirse todo?

Siempre digo todo. Yo misma saqueo mi interior como si no quisiera guardar nada, y lo que tengo en la memoria y en el corazón a veces es como un tapete que saco al sol, lo cuelgo de la tapia para sacudirle el polvo, para compartirlo y volver a guardarlo en el arcón donde se van juntando mis años... Para mí, dejar salir mi sentir es una conquista, por eso es tan difícil que me detenga cuando hablo, cuando digo las cosas que me han pasado. Soy un libro abierto, no proceso lo que tengo adentro antes de entregarlo. Y mucho menos me detengo. Sé que al no pasar el cernidor, a veces mis palabras pueden llevar cascarilla, pero todos sabemos apartarla. Os invito a no temer a las palabras, a escuchar todo sin aprensión. Las palabras y lo que nos dejan son como los aromas: hay buenos y malos pero no nos pasa nada solamente por percibirlos, y siempre pueden servir de referencia. No me gusta sentirme castigada por las cosas que digo porque a alguien no le gusten. No me gusta censurarme o sentir

Cuando se juntan las lobas

Hace rato que no nos vemos, todo inició con el club de lectura del libro de Mujeres que corren con los lobos, y se desenrolló entre el grupo un listón de amistad que seguimos desatando. A veces ocurre que los tiempos no coinciden, o quizá tampoco los espacios, y nos mandamos letras y nos deseamos buenas cosas a distancia. Pero como manada, a veces necesitamos reunirnos. Y esta tarde noche, aunque no haya luna, nos estaremos solazando con nuestras aventuras y seguiremos descubriendo las cosas por las cuales nos hemos acercado, y seguiremos disfrutando de esa alegría desbordada que nos pone de risa como si nos hiciéramos cosquillas...

Milagros, Milagros...

Hace tres años mi amiga Alicia de Huajuapan me pidió salir a ver a su terraza la flor de un cactus que sólo florea una vez al año, y quedé maravillada, tanto que me regaló un piecito que traje con cuidado y con esperanza de que mi dedo verde hiciera que pegara... Cada año me dio puntual su flor, pero este invierno fue duro para ella, que se puso toda negra y no pensé que se recuperara... Sin embargo, el milagro de la naturaleza floreció, y aquí está la sorpresa:

Culture Beat

Muy buena sesión musical anoche en ese centro cultural alternativo que tiene la ciudad. Hip Hop y Son Jarocho, expresiones contemporáneas y tradicionales, modo de los jóvenes para cantar sus decires, sus pensares, y muy buena música y zapateado. Los grupos manifestaron su compromiso social, su conciencia y el apego a las raíces, pues los grupos soneros están conformados por migrantes de Los Angeles y Arizona, y aplaudo el esfuerzo por recuperar la música y el baile tradicionales pero agregando las inquietudes sociales de la actualidad, marcadas por su condición de migrantes. La comida rica, el ambiente prendido y la compañía, ¡la mejor! http://youtu.be/9BRdL0AwyAk

Más cumpleaños!: Iris

Al centro Iris, con Nydia y Liz en la verbena Ella es Iris, ya lo saben. Está cumpliendo otro año de vida para beneplácito propio y de quienes tenemos la fortuna de contar con su amistad. Inicia otro año de luchas, proyectos, apuraciones, diversión, crecimiento, alegría y todas las cosas que ella tiene para dar y que tanto comparte sin miramientos. Es una persona que siempre se da sin requisitos y a quien saludo cariñosamente desde aquí.

El poema matutino

Estoy diciéndole que sí a la vida Sí, con los huesos carcomidos de los sueños que fueron imposibles; sí, con los maremotos que truncaron vidas; sí, con los buques fantasma, sí con la fortuna errabunda y esquiva. Estoy diciendo que sí a todos los huérfanos, a los enamorados que se cortan las venas, al desangrado territorio de m pueblo. Sí, porque siempre quedan fuerzas, sí a los espíritus que no se rinden, sí a la palabra certera. Digo sí todo sí porque me sumo, porque la absurda ecuación no está resuelta y siempre cabe un sí para el abrazo para la compasión y la conciencia.

La verbena, un pretexto...

Dentro de las fiestas de la vendimia del vino, la ciudad se llena de actividades, conciertos, degustaciones. Y siempre está la fiesta popular, el lugar en donde se encuentran los amigos bajo la noche lunada para bailar, divertirse, comprar artesanías, y por supuesto beber mucho vino. Conozco esa fiesta desde hace años, pero esta vez me divertí mucho. Cual loca adolescente estuve bailando con mis amigas y mi hija, me sentía llena de energía y muy contenta. Recordé muy viejos tiempos, cuando la gente me decía que parecía yo cascabel... Bueno, por dicha no llevé cámara y no hay de qué preocuparse por los desfiguros de la bailada... Pero me queda claro que la vida siempre nos da oportunidad de recomienzos, reencuentros, recuperaciones, por más oscuro que parezca el túnel. Estoy abrazando a la joven que fui, la estoy integrando en mis actuales días, con todo y su alegría. Estoy feliz.

Ouch, la gripa!

Me tomó por descuido, en la alegría del festejo del cumpleaños, y me sorprendió porque me dejó una voz muy espinuda, el pecho doliente y congestionado y las noches un poco difíciles. Mi jarabe Brincolín me quita los apremios de la tos y en general voy saliendo de esta gripa que no sé si se debió al clima raro, más bien fresco en pleno verano, al humo de la fogata, al sereno en la playa o a que necesito tomar vitaminas...sin mencionar a "la bola". Pero pasando a lo siguiente, anoche fue la Fiesta Callejera en la plaza de Cearte, y la verdad la vi empobrecida con respecto a otros años, y también con menos asistencia de público, aunque había, naturalmente, muchos niños. Creo que hace falta mayor impulso o esfuerzo para que esta fiesta no vaya de más a menos o termine por desaparecer... Encontré a los jóvenes grafiteros que el año pasado estuvieron en el taller de verano, haciendo lo suyo y creciendo un poquito, y pude ver una pequeña obra de teatro con jóvenes de la comunidad,

Comparto un poema de Olga Orozco

Allá lejos, ¿para qué?                                          La carne es triste, ¡ay!                                          y he leído todos los libros                                          ¡Huir! ¡Allá lejos, huir!                                                                 Mallarmé Ni mi carne fue triste, ni tampoco leí todos los libros. Sé que es triste la carne que interroga tan sólo por ausencia, porque toda respuesta de otro cuerpo la sume en el error y el desencuentro, y la devuelve oscura, vacía, desolada, a su playa desierta. Pero cuando dos cuerpos elegidos para el amor se buscan y se encuentran, cada cuerpo es entonces una respuesta exacta para cada pregunta del deseo. Y la carne vertiginosa asciende por el revés de la caída. Y es delirio de fuego y alabanza, un aluvión de soles, hasta precipitarse en el suspenso donde vuelan juntas las dos almas, y hay un solo aleteo enamorado, contra las puertas de la eternidad. No, ninguna tristeza tiene la

CUMPLEAÑOS Y RESACA

Estoy sorprendida por la cantidad de felicitaciones que he recibido en estos dos últimos días, y feliz y agradecida con Dios y con la vida por este festejo que me llena el corazón. Gracias amigas, amigos, distantes o cercanos que siempre llevo conmigo y que, ahora veo, también me llevan en sus corazones. Gracias familia por el enorme abrazo. Gracias a todos. Me sigo comprometiendo a vivir como siempre: a todo lo que doy, en las duras y en las maduras. La borrachera fue de alegría y en la cruda, el compromiso con todos para corresponder...

Vísperas de cumpleaños

Paolita preparando comida Las delicias que hizo Paola Mis mejores amigas, aunque una de ellas es, demás, mi hija Pastel y flores Bueno, la verdad es que siempre me alborotan los cumpleaños porque es el festejo y el recordatorio de que estamos participando de la vida, y desde luego, entre más años, más alegría. Cuando cumplí cincuenta hice mi poema "Recuento", y a estas alturas del partido veo que sigue vigente y que podría añadir algunas cerezas al pastel además de las velas. Estoy agradecida con la vida, es lo que puedo decir, y como siempre he hecho o intentado hacer, veré la forma de corresponder... El cumpleaños es el lunes, y festejamos en domingo!

Necesitamos árboles

En nuestra ciudad me ha llamado la atención, desde que llegué, la falta de verdor. La primera vez que viajé a Monterrey, esa ciudad industrial, pensé que sería toda cemento y me sorprendió gratamente su verdor, porque tiene muchos espacios verdes, parques y jardines, y ni qué decir del maravilloso Parque Fundidora. El antecedente para mí fue la ciudad de México, que también, ahora lo noto, está muy arbolada y tiene constantemente programas de forestación, incluso recientemente una estación de radio estaba obsequiando árboles ya crecidos a su audiencia, y está igual el programa de azoteas verdes, muy interesante. Pero aquí, en  Ensenada creo que hace falta que la universidad o las instituciones de gobierno se coordinen junto con la ciudadanía para que tengamos más áreas verdes, tan escasas. Qué puedo decir de las ventajas, si aún aunque fuera sólo por estética, sería genial tener más árboles... Aquí les comparto la foto del Paseo de la Reforma, en el DF, con árboles y algo más...

Una cálida librería

Encontré en una de mis andanzas por la ciudad de México una librería de Porrúa nueva, justamente en el Bosque de Chapultepec. Ahora que hallé la foto comparto con ustedes esa sensación de plenitud y gozo leyendo por horas frente al lago y en medio del bosque, viendo y escuchando pájaros y metida en un edificio de madera y libros, degustando un aromático, infaltable café. Había libros sobre todo tema, y los espacios dispuestos para la lectura, con luz natural, espaciosos y cómodos. La cafetería con excelentes precios, pues un panini de jamón serrano con queso manchego no rebasaba los cuarenta pesos...¡y con esa vista! En el lago, las familias disfrutaban el paseo en todo tipo de lanchas, incluso con forma de cisnes, y en el aire, miles de motitas ingrávidas, regalo de los árboles... ¡Ah, la memoria!

Días de verano y calor...

Del lunes para acá sí que he sentido calor, más del que desearía porque me cuesta mucho trabajo adaptarme, me resulta más fácil el frío, pero estoy consciente de que estos calores de verano duran menos de lo que parece, y por tanto hay que poner buena cara y disfrutar como se pueda. A lo mejor la visita a una playa pueda cambiarme el panorama, pero por ahora pienso en otros lugares frescos y verdes donde me podría quedar un tiempo, suspendida en esos aires con aroma a leña y a verdor, a tierra, que son tan parecidos al lugar donde nací y por tanto me son tan familiares y recurrentes en la memoria y las sensaciones...

Cumpleaños del hijo

El mayor, la menor y la mamá... Todavía tenía cita con el ginecólogo el último día de julio de 1974 cuando unos cólicos horribles me despertaron alarmada... busqué a mi madre y dijo "¡ya es hora, vete al hospital a las urgencias!" Luego todo fue caos: camillas, enfermeras, salas con mujeres quejosas, parturientas... horas y horas, porque finalmente, mi hijo decidió dar la cara en las primeras horas de un día como hoy, el primero de agosto y justo una semana antes de mi cumpleaños, sin haber cumplido los nueve meses reglamentarios de gestación, sin llorar al nacer, sin aspavientos, sencillamente arribando con aquella presencia diminuta pero tan importante y luminosa, llenando para siempre aquellos, mis diecinueve años... ¡¡¡Felicidades a los dos!!!

Recuerdos

Llegaron a mis manos unas series de fotografías de mi pasado. Es interesante verlo, porque de alguna manera lo recordamos siempre, lo llevamos encima. Pero ver la cara que teníamos, el cuerpo, es recordar con precisión lo que teníamos adentro y nos movía... lo sorprendente es cuando veo una foto y nada, no recuerdo el lugar ni la ocasión, y sin embargo me veo, me reconozco, aunque ya no esté a la mano lo que en aquel momento tuve... Esas pequeñas nebulosas me sorprenden e inquietan y me pregunto por qué habré olvidado ese lugar o ese momento, si acaso no le di la importancia debida, y finalmente prefiero terminar por suponer que, muy al fondo, ese recuerdo se asienta en mi memoria...