Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2010

Trámites, registro, visitas...

Aquí Fidel nos tomó una foto en el Riviera. Me encanta el color del mar en esta zona Maritoña, la mamá con Cheli, la hija. ¡Se dejó ver y oír la Bufadora! En la casa... Mañana muy temprano nos lanzamos el Maestro Merino y yo a Mexicali para tramitar el registro de derechos de autor para el libro de las Mujeres que Cuentan. Ahora sí me siento presionada por el tiempo, ya que todavía no termino de formar el libro y no sé cuánto tarden en dar el registro y luego cuánto tiempo tome la impresión. Espero de verdad tenerlo a tiempo. Por lo pronto han disminuido las visitas de las amigas y aunque lo resiento un poco porque era muy agradable reunirnos, la verdad es que necesito de bastante tiempo para trabajar el libro. El clima de loquitos, el verano todavía no se asoma por ningún lado. Por dicha el viernes, que fue el memorable día en que me visitó Maritoña, la "sacrosanta" junto con mi hermana Chelis, fue un día soleado y delicioso que nos permitió disfrutar de la Bufadora. Al regr

Mujeres que Cuentan

Es la primera vez que imprimo todos los relatos y veo en la primera página el título de nuestro libro con los nombres de sus autoras. Veo que es verdad, que podré editar este libro con el apoyo del gobierno estatal, municipal y conaculta. Debo trasladarme a Mexicali para obtener el registro de derechos de autor y el ISBN. Nuestro libro está conformado, ya está hecho su esqueleto y sólo falta comenzar la tarea de darle forma para embellecerlo y darle una presentación para que todo el mundo lo conozca. Éste es un día feliz, por más que mi cuerpo no reaccione, tomé una píldora para el dolor de la columna -me aqueja desde hace tres o cuatro días- y eso me duerme profundamente y por horas, hoy me desperté a las ocho y media de la mañana y sigo teniendo sueño a la una de la tarde. La luz que entra por la ventana del estudio es hermosa, me habla de un buen día para disfruarlo y lo haré desde aquí, aunque no pueda salir por esta especie de sonambulismo que me aqueja. Pero brindo por nuestro li

No más besos

No quiero ya más besos de corte cotidiano sin vibraciones ni mensajes de subida pasión. Quiero encontrar la intensidad del tiempo el túnel que conduzca al pasaje interior en donde encuentro un otro que me parece un sol. Y a no quiero más besos que se vuelven ceniza ocureciendo el viento ni palabras que arrullen y luego se marchiten, música de fondo en un elevador.

Lo que yo me pregunto...

es cómo es posible.

La muerte y sus relatos

Terminé de leer "La ladrona de libros", de Markus Zusak, y quiero comenzar de nuevo el libro. Increíblemente, la belleza de la narración, su conmovedora historia y las profundas reflexiones son obra de un escritor nacido en 1975, que se ha dedicado a escribir libros para niños. El personaje que cuenta el relato es la Muerte, que va hablando de tú a cada lector que recorre las páginas, y comienza diciendo: La muerte y tú Primero los colores. Luego los humanos. Así es como acostumbro a ver las cosas. O, al menos, así intento verlas. Un pequeño detalle Morirás. "La ladrona de libros" es entrañable porque parece un cofre lleno de joyas relucientes: las palabras. Pulidas con cariño y esmero, con deslumbrante originalidad, con emoción, humor y un dolor sobrio, como el que podría sentir la Muerte si pudiera. Prometí prestar el libro cuando lo terminara, pero veo que para mí, éste será otro libro de los que no tienen fin.

A la carga!

Primero: qué buen partido, ahora sí de futbol. México, México! Y a lo que sigue: toda la semana la migraña se pasea de lo lindo por mi cara: o me sopla tempranito desde que amanezco, o me taladra en la nuca cuando me voy a dormir, o me deja sin aliento a la hora de la comida o me destroza mientras doy la clase. He terminado la cajita de pastillas y sigo en espera de que algo suceda, pero de verdad: que el insufrible martillazo al fin se acalle, que no tenga que partirme el hacha la cabeza para que escape el dolor...

Ah, los amigos...!

El domingo ya noche llegó el maestro Merino con su hijo de su largo viaje de La Paz hacia acá. Luego de más de 17 horas arribaron sanos y salvos a mi casa. Los esperaba un sillón y un colchón con cobijas y de alguna manera consiguieron descansar antes de salir tempranísimo a la mañana siguiente porque el hijo debía seguir hacia Tecate. Mi amigo salió a hacer diligencias por la ciudad y vino a la hora de la comida. Lo mejor de la comida: compartirla con amigos, Alex se nos unió. Tomamos vino blanco con las pechugas que hice aromatizadas con tomillo y una pasta de fideos con caldo de frijol. En el camino él perdió su celular y ya no lo recuperó, por lo que anda un poquitín perdido. Esta mañana nos amaneció a las seis y aprovechamos para ver un poco de futbol que para variar no tuvo nada de chiste. Aquí uno de los cuadros que llegaron con él, que no necesita descripción ni elogios. Ah, el verano, los amigos, el arte!

Los funambulistas

Técnica mixta sobre cartulina, 40 x 40 cms, Liz Durand

Cuenta cuentos

Lo que contaste despliega tu sartal de letras, derrota con sus hilos al silencio. Teje a la noche enredada con sirenas, a la luna encarcelada sobre crestas de agua, a los pájaros emplumeciendo notas. Cuéntanos de la tarde en que tus sueños se fugaron para fundar el lugar de los relatos, el sitio donde todo cabe sin un orden, el trono donde orientas la locura. Cuéntanos de los ojos que miran caballitos de mar en las pupilas, de cuando una piedra solar hizo brillar los pozos como joyas. Y cuéntanos del alma triste, deja a tu voz mojarse en cada sílaba. Tráenos la luz, el trueno o la quimera para entender el mundo de los cuentos.

Pensamientos

Me he preguntado y me vuelvo a preguntar, por qué para algunos resulta tan difícil entender a la vida. Por qué tenemos este afán constante de complicar lo que nos toca, lo que no nos toca, sin tener la conciencia de que lo hacemos como si por ello fueran a premiarnos. Las interminables y sesudísimas desveladas haciendo consideraciones sobre lo que sentimos o pensamos ¿no nos roban tiempo, minutos, segundos de felicidad, o mínimamente, de tranquilidad? ¿No sería mejor ser más simples y vivir la vida sin tanto cuestionamiento y reticencia? ¿Apechugar, como quien dice? De todas maneras, no podemos hacer gran cosa por cambiar el mundo. Entonces deberíamos intentar hacer la gran cosa por cambiar nosotros, por volvernos capaces de percibir todas y cada una de las cosas pequeñas, diminutas, pero buenas, que nos pasan. Llenar la jicarita con detalles que al final, conforman una vida. Saludar a las flores silvestres, no esperar a ver si vemos alguna flor exótica, extraordinaria, diferente, únic

Contaré por orden...

Primero: el viernes estaba programada una sesión de dibujo en el Cearte, con una modelo que reproduciría algunas de las poses de los cuadros de Anguiano que están en exposición. Fue una convocatoria que hicieron y la mamá de mi alumna Sofía la apuntó luego de que hablamos al respecto, pues en mi estudio no tenemos modelo. Por desgracia ni la convocatoria ni el criterio del encargado de artes plásticas estuvieron de acuerdo en que una niña de diez años puede copiar a una modelo, aunque sea de desnudo. Dijeron que la convocatoria establecía que era para mayores de 17 años y no quisieron dejarla trabajar ni siquiera quedando fuera de la lista oficial de participantes. Le dijeron a la "nena" que ya habrá algo para ella en algún momento, quizá florecitas o dibujos de Walt Disney. Supongo que piensan que puede esperar a tener la edad que ellos requieren, sólo que a ver si para entonces ella todavía quiere aprender... Me ofrecieron a mí quedarme con su lugar, figúrense. El sábado mi

Primera lectura

Anoche pudieron reunirse en mi estudio tres de las Mujeres que cuentan. La idea era departir con el vino que nos regaló María pero como su amiga Ale fue operada de emergencia, no se pudo quedar con nosotras. Por primera vez leyeron cada una su texto a las demás, y lo he querido hacer así porque sé que no es fácil abrir las páginas de la vida interior y mostrarlas a los demás, pero como eventualmente haremos presentaciones de nuestro libro, tendrán que irse acostumbrando. Una experiencia enriquecedora para todas. Esta tarde vendrá otra tanda de señoras, pero yo no voy a estar porque llevaré a mi alumna a una sesión de dibujo con modelo en el Cearte, ya que ella nunca ha copiado del natural la figura humana y vale la pena ahora que con motivo de la exposición que tenemos de Anguiano, van a tener a la modelo reproduciendo algunas de las poses de sus cuadros. También esta tarde viene Francisco Buelnas, nuestro fotógrafo, a retratar a las señoras que también son mis vecinas y no pueden veni

Hojas sueltas de mi cuaderno: diciembre de 2001

Si escucharas los pájaros entibiarías tu corazón con agua de su canto. Dulces suenan las gotas, arpegio de sus alas. Juegan con rayos de sol en la mañana, hienden el viento perfumado donde acunan vuelos. Si escucharas los pájaros sentirías entrar un eco por la orilla de tus ojos, cálida tromba de color trinando de reflejos. Alentarías tus escondidas alas, encontrarías quizá tu voz, perfumarías tu sueño. Se entibiaría tu corazón si escucharas a los pájaros que hacen denso este aire de trópico y palmera, que azulean en las tardes con graznidos celestes picoteando semillas, desmantelando frutas. Perfumarías tu boca con su canto, mi amor, si oyeras a los pájaros en esta tarde dulcísima en la que quiero mirar que das la vuelta en esta esquina, antes de que la noche apague en su silencio la copa de mi trino. Diario 01.01.2002 Aliento esta costumbre añeja de hacerme acompañar por las palabras. Sigo vertiendo sílabas en los cuadernos de mis años, sigo bordando en tinta lo pasado. Un aliento pe