No sé qué andamos haciendo escondiéndonos de esa mujer y con el miedo en la panza. Además es ridículo que no nos encuentre en este hotel, aunque podríamos tener una oportunidad para que no nos vea porque están remodelando y muchos cuartos están vacíos con las paredes a medio pintar y por todos lados hay trabajadores haciendo reparaciones.
-Yo creo que no hay que bajarnos del elevador en planta baja, porque seguro ahí nos está esperando…mejor bajemos en el primer piso- dijo Miguel.
-No, la mujer es muy lista y puede pensar lo mismo, así que mejor pícale al dos y ahí nos bajamos-, dije.
Yo no quiero que nos estemos metiendo en todos esos cuartos y que los de la administración nos tomen por abusivos, mejor pago un cuarto como la gente decente.
Y antes de que pudiera yo decir algo, Miguel ya estaba hablando con la señorita de la administración, solicitando un cuarto. Le asignaron una habitación espantosa que estaba a un lado, pero no dijo nada. Yo me pregunto cómo demonios le vamos a hacer para usar el mismo baño que usarán todos los que alquilaron para la fiesta que se está armando en este mismo piso. Es lo que me choca de él, que nunca se fija en los detalles.
Mientras lo registran en el libro y le preguntan cuanta cosa, trato de hacerle señas que le indiquen que tenga cuidado. Se distrajo con eso mientras le preguntaban cuál era su auto.
- Un BMW- dijo.
- Ah, yo creí que traía un Corsa- dijo el botones.
- Y yo pensé que traía un Alfa- dijo la recepcionista.
Yo soy la más confundida porque ni tenemos coche y como ya no aparece la mujer de la que nos escondemos, no veo el caso de seguir aquí, ni de pagar la cuenta ni de nada. Eso es lo que me choca de él, que nunca se fija en los detalles.
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