Un increíble regalo que disfruté felizmente. Sólo durante la cena sentí un poco de mareo en el estómago, pero lo superé. Hubo baile, la cena fue deliciosa, la champaña ni se diga, y como ven, hasta pusieron velita en mi pastel. Hermosa, la Bahía de San Diego.
De remate, antes de regresar, los fuegos artificales, hermosísimos. Al día siguiente, pastel en casa con algunas amigas.
Comentarios
Te envío, hasta Ensenada, un fuerte y cálido abrazo y mis mejores deseos.