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Pensamientos

Me he preguntado y me vuelvo a preguntar, por qué para algunos resulta tan difícil entender a la vida. Por qué tenemos este afán constante de complicar lo que nos toca, lo que no nos toca, sin tener la conciencia de que lo hacemos como si por ello fueran a premiarnos.
Las interminables y sesudísimas desveladas haciendo consideraciones sobre lo que sentimos o pensamos ¿no nos roban tiempo, minutos, segundos de felicidad, o mínimamente, de tranquilidad? ¿No sería mejor ser más simples y vivir la vida sin tanto cuestionamiento y reticencia? ¿Apechugar, como quien dice?
De todas maneras, no podemos hacer gran cosa por cambiar el mundo. Entonces deberíamos intentar hacer la gran cosa por cambiar nosotros, por volvernos capaces de percibir todas y cada una de las cosas pequeñas, diminutas, pero buenas, que nos pasan. Llenar la jicarita con detalles que al final, conforman una vida. Saludar a las flores silvestres, no esperar a ver si vemos alguna flor exótica, extraordinaria, diferente, única... que quizá nunca pase y nos impida ver la alfombrita de flores modestas, lindas, alegres, nuestras.
¿Por qué queremos siempre todo? ¿Porque lo merecemos? ¡Vaya idea!
Sí, sé que a veces le pido muchas cosas a la vida, pero todo el mundo sabe que NO estoy frustrada si acaso no me las da. Recibo lo que tiene para mí de bueno y malo. Aprendo. Vivo. Crezco.

Comentarios

Pat ha dicho que…
estoy de acuerdo con esta sabia reflexión querida. Debemos tomar lo que está ahí, no esperar lo que venga, ni sufrir por lo que fue, ya que ambos no existen.
Hoy me acordé de ti. Mañana empiezo un corto curso de pintura, lo sé lo sé... jamás he tomado un pincel, pero necesito hacerlo... ya te contaré y prometo enviarte una foto de lo que resulte. Por ahora te mando un fuerte abrazo.
Liz Durand Goytia ha dicho que…
Querida Pat, bienvenida a las texturas, formas y pinceles! Ya verás cómo vas a quedar atrapada en ese bello laberinto, espejo mágico que nos refleja. Espero tus fotos y te mando mi abrazo.

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Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

De vuelta a la querencia

Luego de estos días disfrutando de nuestra capital, viene el ansia por estar de nuevo en ese otro espacio que poco a poco se ha ido fortaleciendo con la presencia de los amigos, amigas y sus aconteceres, por lo que estoy muy contenta de estar de nuevo entre las paredes de mi casa. En estos días habrá que trabajar para el Festival Palabra en el Mundo, afinar detalles, imprimir publicidad y mil cosas. Y luego presentarme a la lectura de Las voces de las mariposas en la FIL de Tijuana, y además, presentar ahí también nuestro libro Mujeres que cuentan. Pero ahí no para todo: ¡viene a Ensenada la maestra María Elena Cerecero! entrañable amiga y compañera de viajes, decires y sentires en la poesía, que nos visitará dentro del marco del Festival Internacional Palabra en el Mundo para una lectura. Ya comencé a recibir paquetes con poemas, habrán de llegar de Mozambique, Chile, Argentina, DF, Nueva York, Tamaulipas, Monterrey y lo que se acumule esta semana... 110 kilos de raza pura!