Primero: qué buen partido, ahora sí de futbol. México, México!
Y a lo que sigue: toda la semana la migraña se pasea de lo lindo por mi cara: o me sopla tempranito desde que amanezco, o me taladra en la nuca cuando me voy a dormir, o me deja sin aliento a la hora de la comida o me destroza mientras doy la clase.
He terminado la cajita de pastillas y sigo en espera de que algo suceda, pero de verdad: que el insufrible martillazo al fin se acalle, que no tenga que partirme el hacha la cabeza para que escape el dolor...
Comentarios