Primero: el viernes estaba programada una sesión de dibujo en el Cearte, con una modelo que reproduciría algunas de las poses de los cuadros de Anguiano que están en exposición. Fue una convocatoria que hicieron y la mamá de mi alumna Sofía la apuntó luego de que hablamos al respecto, pues en mi estudio no tenemos modelo. Por desgracia ni la convocatoria ni el criterio del encargado de artes plásticas estuvieron de acuerdo en que una niña de diez años puede copiar a una modelo, aunque sea de desnudo. Dijeron que la convocatoria establecía que era para mayores de 17 años y no quisieron dejarla trabajar ni siquiera quedando fuera de la lista oficial de participantes. Le dijeron a la "nena" que ya habrá algo para ella en algún momento, quizá florecitas o dibujos de Walt Disney. Supongo que piensan que puede esperar a tener la edad que ellos requieren, sólo que a ver si para entonces ella todavía quiere aprender... Me ofrecieron a mí quedarme con su lugar, figúrense.
El sábado mi día fue de lo más lerdo porque sencillamente nunca pude ponerme pilas, me sentía como si tuviera baja la presión pero la midieron y al contrario, así que no supe lo que ocurrió. El ánimo me deprime el cuerpo, supongo, pues no han sido mis mejores días.
El domingo amaneció nublado y así quedó todo el día. Sin embargo la asistencia a nuestro Festival del Hongo no se vio mermada ni mucho menos, y más bien el comentario general fue que había más gente que años anteriores.
Ahora me entero de que próximo sábado es el Guateque, ¡¡¡Y no tengo boletos!!! (Sí, ya veo que lo digo como si fuera más importante que lo que está ocurriendo en Pasta de Conchos o Copala o el país entero, pero es que a veces, de plano, una se tiene que evadir ¿no es cierto?).
¿Y dónde andará Aquél? ¡Se necesita salud y saludes!
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