Esta es una ciudad pequeña que si bien tiene actividades, la verdad es que uno debe esforzarse mucho por entretener sus horas de ocio o los fines de semana. Es quizá lo que provoca que una tienda a convocar a los amigos con frecuencia, a visitarlos, salir con ellos, inventar algo.
También está el caso de mi amigo el del corazón atropellado, quien a pesar de la distancia porque vivía en otra ciudad, cuando yo estuve en crisis hace unos meses, siempre me envió mensajes de apoyo y ánimo, y lo menos que puedo hacer ahora es corresponder, aunque será también a distancia. Pero admito que no hay como estar a un lado del amigo, escuchando su sentir y sus palabras.
El caso, sin embargo, es que también voy a regar mis plantitas de allá, mis amigas a quienes veo muy poco y tienen años acompañándome por este medio: Maritoña en San Juan Teotihuacán, Marielena Cerecero allá creo por Lomas Lindas, las poetas de Azcapotzalco Estela y María Elena Solórzano, en fin, gente cercana y querida que espero visitar un poco.
No puedo ocultar mi júbilo por la proximidad de una cercanía a mi familia, hermanos, tías, primas etcétera, que tan rara vez ocurre o al menos para lo que quisiéramos.
Aquí me esperará esta casa con su terraza nueva, a lo mejor también con nuevos vecinos, mis plantas si no son calcinadas por estas insólitas temperaturas de 37 grados, y claro, mis amigos.
Voy a ver museos, a comer en el mercado, a andar en el metro, a reconocer a esa ciudad tirana que no deja de hechizarnos.
Y como cereza del pastel, iré con Pablita a Veracruz, siquiera por un fin de semana.
¡Pura vida!
También está el caso de mi amigo el del corazón atropellado, quien a pesar de la distancia porque vivía en otra ciudad, cuando yo estuve en crisis hace unos meses, siempre me envió mensajes de apoyo y ánimo, y lo menos que puedo hacer ahora es corresponder, aunque será también a distancia. Pero admito que no hay como estar a un lado del amigo, escuchando su sentir y sus palabras.
El caso, sin embargo, es que también voy a regar mis plantitas de allá, mis amigas a quienes veo muy poco y tienen años acompañándome por este medio: Maritoña en San Juan Teotihuacán, Marielena Cerecero allá creo por Lomas Lindas, las poetas de Azcapotzalco Estela y María Elena Solórzano, en fin, gente cercana y querida que espero visitar un poco.
No puedo ocultar mi júbilo por la proximidad de una cercanía a mi familia, hermanos, tías, primas etcétera, que tan rara vez ocurre o al menos para lo que quisiéramos.
Aquí me esperará esta casa con su terraza nueva, a lo mejor también con nuevos vecinos, mis plantas si no son calcinadas por estas insólitas temperaturas de 37 grados, y claro, mis amigos.
Voy a ver museos, a comer en el mercado, a andar en el metro, a reconocer a esa ciudad tirana que no deja de hechizarnos.
Y como cereza del pastel, iré con Pablita a Veracruz, siquiera por un fin de semana.
¡Pura vida!
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