Además de los perritos, un pollito de gorrión o algo aterrizó en mi patio en busca del alpiste que siempre pongo para los que pasan, y por dicha lo pudimos devolver al nido porque la madre hacía un escándalo tremendo...
Tango y Jazz encontraron fascinantes mis zapatos, como podemos observar...
En San Antonio de las Minas, el vivero estaba en todo su esplendor, y pudimos comprar algunas plantas bajo el frescor de los árboles.
Cevide para comer, y cerveza para refrescarnos...Como dijo aquel: ¡Salud y saludes!
El lunes calientito desde temprano, con los recortes de Yadi y los trabajos de Sofía y Daniela
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