No sé ustedes pero de hace tiempo para acá resulta verdaderamente aterrador tener una enfermedad. Tanto si se tiene seguridad social como si se cuenta con algún seguro médico o sencillamente debe uno solventar la consulta, en estos días los galenos se han convertido en meros comerciantes de la salud, con algunas honrosas excepciones.
Con el problema de la influenza escuchamos sin cesar que a los primeros síntomas de enfermedad, saliéramos disparados a consultar a un médico.
Eso suena lógico, sólo que tenemos el "pequeño" problema de la solvencia económica para poder pagar los 500 pesos de la consulta, mas el dineral que cuestan los medicamentos.
En caso de tener muuucha suerte, eso bastaría para recuperar la salud, y de alguna manera se recuperaría el bolsillo. Pero si es como la tenebrosa mayoría de médicos locales, lo más seguro es que tenga uno que insistir ya sea con el mismo o con diferentes médicos que irán dando diferentes diagnósticos pero iguales tarifas, hasta que, enfermos, descapitalizados y ansiosos, debamos recurrir a los remedios de las abuelas, infusiones o cataplasmas que muchas veces terminan resolviendo nuestro problema.
A menos que no se pueda y nos veamos forzados a insistir con los "especialistas" en confundirnos y atiborrarnos de medicamentos.
Lejisimos están aquellos médicos familiares -que todavía recuerdo- y que sin importar el ingreso monetario, consultaban y visitaban a sus pacientes hasta restablecerlos por completo. A veces a cambio de una comida, del lavado de ropa, algo que la familia hubiera cosechado.
Los médicos llegaban cuando mucho en taxi, y a veces se apreciaba lo gastado de sus suelas o de su maletín, sin mencionar su vestimenta, Eran personas empáticas, sencillas, bien nacidas, que se entregaban a su profesión y sus pacientes.
Ahora muchos podemos ver -a veces con disgusto- las camionetas del año en que se trasladan los médicos, los aparatos telefónicos que usan, la vida que se dan,
Y pienso que debería ser aquí como en Francia, en donde se le paga a los médios de la seguridad social con base en la salud que recuperen sus pacientes...
Eso me parece utópico para nosotros. Por lo pronto tendré que visitar a un ortopedista que de entrada avisó que cobra sus 500 morlacos por consulta, más lo que se acumule en la semana: radiografias? medicmentos?
Y, por si no fun ion a, veremos si conseguimos unos polvos de la madre Matiana pa terminar de curarme.
Con el problema de la influenza escuchamos sin cesar que a los primeros síntomas de enfermedad, saliéramos disparados a consultar a un médico.
Eso suena lógico, sólo que tenemos el "pequeño" problema de la solvencia económica para poder pagar los 500 pesos de la consulta, mas el dineral que cuestan los medicamentos.
En caso de tener muuucha suerte, eso bastaría para recuperar la salud, y de alguna manera se recuperaría el bolsillo. Pero si es como la tenebrosa mayoría de médicos locales, lo más seguro es que tenga uno que insistir ya sea con el mismo o con diferentes médicos que irán dando diferentes diagnósticos pero iguales tarifas, hasta que, enfermos, descapitalizados y ansiosos, debamos recurrir a los remedios de las abuelas, infusiones o cataplasmas que muchas veces terminan resolviendo nuestro problema.
A menos que no se pueda y nos veamos forzados a insistir con los "especialistas" en confundirnos y atiborrarnos de medicamentos.
Lejisimos están aquellos médicos familiares -que todavía recuerdo- y que sin importar el ingreso monetario, consultaban y visitaban a sus pacientes hasta restablecerlos por completo. A veces a cambio de una comida, del lavado de ropa, algo que la familia hubiera cosechado.
Los médicos llegaban cuando mucho en taxi, y a veces se apreciaba lo gastado de sus suelas o de su maletín, sin mencionar su vestimenta, Eran personas empáticas, sencillas, bien nacidas, que se entregaban a su profesión y sus pacientes.
Ahora muchos podemos ver -a veces con disgusto- las camionetas del año en que se trasladan los médicos, los aparatos telefónicos que usan, la vida que se dan,
Y pienso que debería ser aquí como en Francia, en donde se le paga a los médios de la seguridad social con base en la salud que recuperen sus pacientes...
Eso me parece utópico para nosotros. Por lo pronto tendré que visitar a un ortopedista que de entrada avisó que cobra sus 500 morlacos por consulta, más lo que se acumule en la semana: radiografias? medicmentos?
Y, por si no fun ion a, veremos si conseguimos unos polvos de la madre Matiana pa terminar de curarme.
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