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Tremendo frío/Angología



Aviso que desde noviembre del año pasado recibí los ejemplares de la Antología poética 1940-1965 Mujeres Poetas de México, editada por Atemporia con la selección de Alejandra Peart, en la que estoy incluida. Ojalá pudiera organizar una lectura pero en esta ciudad está canijo... así que por este medio, la comparto con ustedes. Se presentó en el DF y otros lugares.

Estos días han sido helados y con mucho viento. Justo ahora tengo ocho grados en la casa pero gracias a los 45 minutos de pilates que hice no estoy tan aterida como podría. Estoy hecha un desastre, me dio mucho trabajo hacer los ejercicios que anteriormente hacía con desenfado. Cuestión de retomar la disciplina y santo remedio.
Recibí muchas felicitaciones de amigos y amigas por el pasado día de la amistad. Me da mucha alegría que me recuerden y envíen sus buenos deseos. A todos y todas las abrazo de todo corazón.
El amor sigue firme dentro del corazón. No es necesario que lo reclame su destinatario, su existencia basta y me hace vivir sin vacío aunque a veces haga falta su calor.

Carmen Amato organiza el encuentro en Phoenix, y la Maga se ha apuntado. Falta ver si Olimpia se apunta pero por lo pronto tengo ya enormes deseos de compartir con ellas los deliciosos ratos de lecturas y taller, abrazos, risas. Un remanso y fuente de retroalimentación y cariño de los que hace tiempo no bebo debido a las distancias. Gracias a Alex, pronto podré estar con ellas.

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Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Recordando la vieja máquina de escribir...

Estoy fascinada porque un amigo me puso un programita en mi compu que hace que cuando escribo mis importantísimos asuntos, mi teclado suene como máquina de escribir... Es que recuerdo aquellos tiempos en los que las colegiaturas de mis hijos y nuestra manutención dependían de la velocidad y ritmo de ese mágico sonido... En esta foto, la imagen de la primera máquina eléctrica que me tocó usar, cuando llegué a la ciudad de México a trabajar en el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Un tiempo después ésta fue mi favorita, la máquina de esfera, porque le podía cambiar los tipos de letra y hasta el color de la tinta porque había cintas de color sepia. Se me descomponía con frecuencia hasta que el técnico descubrió que yo era demasiado rápida al escribir y se trababa la esfera, já já. Además de trabajar en una institución, ponía anuncios en el periódico para mecanografiar trabajos. Desde luego lo más socorrido eran las tesis, hice muchas pero además me tocó hacer el directorio