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Densidades

Amanecí deprimida, con la garganta angustiada y con dolor en el pecho, dolor agudo y punante. Sé que no estoy en riesgo de infarto, solamente aquejada por el mal de amores. ¿O debería decir desamores?
No me quise hundir yme trepé a la caminadora. Cada queno podía pasar saliva pedaleaba fuerte y cuando me ci cuenta había pasado media hora.
No tengo que preguntar por qué. Tengo que buscar el modo de sanar, de recuperarme, buscar en ese espacio que construimos Alex y yo por diecidiete años la fuerza o la materia que me permita continuar mi vida de manera más cómnoda y tranquila. A veces me desespero por sentirme decaída, por respirar sin que entre el aire, por tener los ojos hechos agua y la gar4ganta atorada. Pero me digo que es normal, no puede camiar todo de pronto, me debe llevar tiempo acomodarme en este espacio que todav ía percibo incierto y doloroso, este espacio nuevo que Alex al parecer tiene mucho más claro que yo, al que no termino de acostumbrarme porque ni siquiera lo tengo definido.
"Morirás sola", dice un verso. Todos morimos así, nadie nos acompaña a cruzar ese umbral, pero creemos de todos modos que habrá alguien que por lo menos cerrará nuestros ojos ya sin brillo. Solos iremos a entregar las cuentas, cargaremos cada quien nuestra maleta de comas más o menos buenas, dejaremos una huella más o menos profunda, pero iremos solos no importa el silencio o el escándalo que hagamos en el último momento, de cualquier forma no se podrá salir por esa puerta acompañada...
¿Vivirás sola? Eso es más incierto, está más difuminada la imagen, quizá por inesperada, quizá por no deseada. ¿Pero en verdad es sola? ¿O sólo a veces y en cierto estado de ánimo? y después de todo ¿no sucede en cualquier tiempo, acompañada a sola? ¿Cómo descifrar la estrañeza de esta nueva especie de soledad? ¿Cómo explicar su rara densidad que pesa?
Enero 22, 2009

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