Pues sí, eran las seis de la mañana cuando por alguna razón desperté y escuché leves ruidos en la cocina. Lo primero que me vino a la cabeza fue un gato, pero luego pensé que no tiene por dónde entrar y volví a oír ruido como de alguien que esculca. Entonces le dije a Alex, que se levantó para revisar.
Y cuál sería nuestra sorpresa: ante la mesa del comedor estaba un individuo vestido de negro, con gorra. Ambos hombres quedaron paralizados por la sorpresa. Alex intentó seguirlo pero el otro se echó a correr y salió de un brinco por la ventana de la cocina, a la que había quitado el mosquitero para meterse.
La alarma sonó pero pasó tiempo para que llamaran los de la aseguradora, y hasta 20 minutos después aparecieron las patrullas, pretextando que "no se ve el número de la casa".
Fue todo muy rápido y como estábamos dormidos, de pronto parecía sueño, pues ni siquiera alcanzó a ser pesadilla. Los nervios vinieron después, cuando uno se queda piensa y piensa ¿y si esto? ¿y si lo otro?
Luego fuimos a levantar la denuncia por la invasión y el robo de la cartera de Alex. Pero en el ministerio público dijeron que no procede levantar un acta, y solamente nos dieron unas "constancias" -eso sí, con el escudo nacional impreso- en donde dice que a mi marido le robaron la credencial de elector y la licencia. Y ni siquiera dice por ningún lado que alguien se haya metido a la casa.
Como le dije a un amigo: con tanto descabezado que hay en el país, sólo falta que un ciudadano común crea que es delito qué perseguir cuando alguien se mete a robar a su casa...
Y cuál sería nuestra sorpresa: ante la mesa del comedor estaba un individuo vestido de negro, con gorra. Ambos hombres quedaron paralizados por la sorpresa. Alex intentó seguirlo pero el otro se echó a correr y salió de un brinco por la ventana de la cocina, a la que había quitado el mosquitero para meterse.
La alarma sonó pero pasó tiempo para que llamaran los de la aseguradora, y hasta 20 minutos después aparecieron las patrullas, pretextando que "no se ve el número de la casa".
Fue todo muy rápido y como estábamos dormidos, de pronto parecía sueño, pues ni siquiera alcanzó a ser pesadilla. Los nervios vinieron después, cuando uno se queda piensa y piensa ¿y si esto? ¿y si lo otro?
Luego fuimos a levantar la denuncia por la invasión y el robo de la cartera de Alex. Pero en el ministerio público dijeron que no procede levantar un acta, y solamente nos dieron unas "constancias" -eso sí, con el escudo nacional impreso- en donde dice que a mi marido le robaron la credencial de elector y la licencia. Y ni siquiera dice por ningún lado que alguien se haya metido a la casa.
Como le dije a un amigo: con tanto descabezado que hay en el país, sólo falta que un ciudadano común crea que es delito qué perseguir cuando alguien se mete a robar a su casa...
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