Aquí de nuevo, luego de un ratín de silencio debido a que estoy preparando los trabajos de mis alumnos del taller Catrinas y Calaveras para exposición.
En el Cearte de Ensenada presenté el proyecto del taller con todo y la exposición final que comprendía una serie de actividades con una Catrina en persona, y a la mera hora me lo cancelaron la semana pasada. Tampoco se decidieron por poner la ofrenda a la entrada del museo sino en el salón donde estuve dando el taller, para que fuera una actividad cerrada, es decir, sólo de interés o competencia de quienes asistieron.
Pero como mi idea al impartir este taller desde hace años es la de difundir la tradición mexicana de día de Muertos y dar a conocer la obra de José Guadalupe Posada, me alié con los padres de familia para que pongamos en toda forma nuestra ofrenda y como algunos de ellos son maestros, alborotarán a sus alumnos para que nos visiten. También quedaron de avisar a la prensa y la TV local para que tengamos mucha gente y se cumpla el cometido del taller.
Lo triste de esa política errática de quienes están por ahora al frente de la coordinación del Cearte es que para variar al parecer consideran que al pueblo hay que darle circo, pues se centran más en los espectáculos de música y los promueven bastante. Claro, como además los cobran, es de entender que les interese más.
Claro que también ponen las exposiciones y hasta ahora ha habido bastante actividad en lo relacionado con presentaciones de libros y su cineteca. Pero todo eso no quita que en cuanto a talleres y sobre todo en lo que me atañe, todo haya sido diferente de lo que ofrecieron, comenzando por mi paga, que se redujo a la mitad al cancelarme mi Catrina y muchas horas del taller argumentando que no eran de clases.
Creo que hubiera sido mejor que desde que presenté por escrito el proyecto, me dijeran lo que sí aprobaban y lo que no, porque hacerlo a unos días de cerrar el taller me pareció de plano una canallada, sin contar con el dinero que pierdo por esa razón.
Pero como ya voy de salida y lo que me importa son mis alumnos, esos niños que han sido razón desde hace varios años de que yo me desgaste tanto trabajando en institucionees que no siempre tienen clara idea de para qué fueron creadas ni cómo deben trabajar, como es el caso, decidí seguir hasta el final con la idea de mi ofrenda.
De tal manera que el sábado pasado todos los papás y los niños estuvimos haciendo calaveras de papel, de pasta de azúcar, pegando cartones, recortando banderitas y en fin, preparando todo nuestro material para montar mañana todo.
Mi esperarnza es que los niños hayan conocido y apreciado de cerca a la Catrina, y hayan sentido que la muerte es, para los mexicanos, un personaje que acompaña nuestros días, que puede ser de dulce o de papel, de cartón o carrizo, de barro o de pan, y que lo menos que debemos hacer es temerle...
De modo que si de chiripa me lee alguien en Ensenada, está cordialmente invitado a la Exposición de Trabajos de los Alumnos del Taller Catrinas y Calaveras los días 1 y 2 d noviembre en el Cearte. El viernes es entrega de diplomas y fiesta con pancito...
En el Cearte de Ensenada presenté el proyecto del taller con todo y la exposición final que comprendía una serie de actividades con una Catrina en persona, y a la mera hora me lo cancelaron la semana pasada. Tampoco se decidieron por poner la ofrenda a la entrada del museo sino en el salón donde estuve dando el taller, para que fuera una actividad cerrada, es decir, sólo de interés o competencia de quienes asistieron.
Pero como mi idea al impartir este taller desde hace años es la de difundir la tradición mexicana de día de Muertos y dar a conocer la obra de José Guadalupe Posada, me alié con los padres de familia para que pongamos en toda forma nuestra ofrenda y como algunos de ellos son maestros, alborotarán a sus alumnos para que nos visiten. También quedaron de avisar a la prensa y la TV local para que tengamos mucha gente y se cumpla el cometido del taller.
Lo triste de esa política errática de quienes están por ahora al frente de la coordinación del Cearte es que para variar al parecer consideran que al pueblo hay que darle circo, pues se centran más en los espectáculos de música y los promueven bastante. Claro, como además los cobran, es de entender que les interese más.
Claro que también ponen las exposiciones y hasta ahora ha habido bastante actividad en lo relacionado con presentaciones de libros y su cineteca. Pero todo eso no quita que en cuanto a talleres y sobre todo en lo que me atañe, todo haya sido diferente de lo que ofrecieron, comenzando por mi paga, que se redujo a la mitad al cancelarme mi Catrina y muchas horas del taller argumentando que no eran de clases.
Creo que hubiera sido mejor que desde que presenté por escrito el proyecto, me dijeran lo que sí aprobaban y lo que no, porque hacerlo a unos días de cerrar el taller me pareció de plano una canallada, sin contar con el dinero que pierdo por esa razón.
Pero como ya voy de salida y lo que me importa son mis alumnos, esos niños que han sido razón desde hace varios años de que yo me desgaste tanto trabajando en institucionees que no siempre tienen clara idea de para qué fueron creadas ni cómo deben trabajar, como es el caso, decidí seguir hasta el final con la idea de mi ofrenda.
De tal manera que el sábado pasado todos los papás y los niños estuvimos haciendo calaveras de papel, de pasta de azúcar, pegando cartones, recortando banderitas y en fin, preparando todo nuestro material para montar mañana todo.
Mi esperarnza es que los niños hayan conocido y apreciado de cerca a la Catrina, y hayan sentido que la muerte es, para los mexicanos, un personaje que acompaña nuestros días, que puede ser de dulce o de papel, de cartón o carrizo, de barro o de pan, y que lo menos que debemos hacer es temerle...
De modo que si de chiripa me lee alguien en Ensenada, está cordialmente invitado a la Exposición de Trabajos de los Alumnos del Taller Catrinas y Calaveras los días 1 y 2 d noviembre en el Cearte. El viernes es entrega de diplomas y fiesta con pancito...
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