Octubre 5, 2007
Ahora sí estoy escribiendo con las lágrimas. Me aterra que Héctor haya vuelto a terapia intensiva después de la operación. Que está reteniendo líquidos y que está comprometido el corazón.Pero su corazón es fuerte, es una bomba que ha hecho circular el amor y la amistad entre quienes hemos tenido la suerte de conocerlo y quererlo. Su corazón es de los que no se rinden y su ánimo es todavía mejor.Nosotros, los que estamos a su lado de alguna u otra forma, somos los débiles, los miedosos. Porque pensamos en lo que pasaría si él claudicara, si decidiera que se cansó de tantos tubos y dolores, si pensara que no pasa nada si se deja llevar…Desde mi corazón apachurrado por el miedo pido a Dios que le siga dando fuerza para que el día menos pensado volvamos a encontrarnos frente a una taza de café regalándonos sonrisas y cariño, recordando muchos buenos tiempos, confirmando una vez más una promesa tácita que hicimos para no pasar el resto de la vida con nuestros corazones separados.
Ahora sí estoy escribiendo con las lágrimas. Me aterra que Héctor haya vuelto a terapia intensiva después de la operación. Que está reteniendo líquidos y que está comprometido el corazón.Pero su corazón es fuerte, es una bomba que ha hecho circular el amor y la amistad entre quienes hemos tenido la suerte de conocerlo y quererlo. Su corazón es de los que no se rinden y su ánimo es todavía mejor.Nosotros, los que estamos a su lado de alguna u otra forma, somos los débiles, los miedosos. Porque pensamos en lo que pasaría si él claudicara, si decidiera que se cansó de tantos tubos y dolores, si pensara que no pasa nada si se deja llevar…Desde mi corazón apachurrado por el miedo pido a Dios que le siga dando fuerza para que el día menos pensado volvamos a encontrarnos frente a una taza de café regalándonos sonrisas y cariño, recordando muchos buenos tiempos, confirmando una vez más una promesa tácita que hicimos para no pasar el resto de la vida con nuestros corazones separados.
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